Cómo preparar el barco para el crucero: la tripulación y la cocina. Todo lo que necesita saber antes de zarpar.
Nuestro barco está casi listo, 
nuestro itinerario ha sido fijado, nuestros miembros de la tripulación han llegado llenos de buena voluntad y todo el mundo está listo para zarpar. ¿Qué necesitamos ahora?
Debemos conseguir que todo el mundo esté preparado para sobrevivir a cualquier situación a bordo. En efecto, no podemos partir sin antes haber dado a nuestro grupo algunas nociones básicas que, durante nuestro crucero, pueden ser esenciales para nuestra seguridad y para el éxito de nuestras vacaciones.
Por eso es importante establecer funciones claras a bordo, repartir las tareas con inteligencia y en función de las competencias de cada uno.
Nuestro consejo es celebrar una reunión informativa previa a la partida con todos para tratar los temas más importantes.
El primer tema se refiere a la seguridad a bordo; todo el mundo debe tener conocimientos y ser capaz de llevar a cabo algunos procedimientos básicos, como: arranque del motor, activación y desactivación del piloto automático; funcionamiento del botón MOB (Man Over Board), uso de la radio VHF y localización de los principales dispositivos de emergencia.
Puede ocurrir que no puedas hacer frente a las emergencias por ti mismo; en ese caso, no te queda más remedio que pedir ayuda y precisamente por eso es tan importante que cada uno tenga su propia tarea. La cooperación puede resolver cualquier problema y, sobre todo, evita que los pasajeros entren en pánico a bordo.
Haz que todo sea un procedimiento; por ejemplo, puedes explicar que, en caso de peligro, «Tom» utilizará la radio, «Dick» se asegurará de que todos los pasajeros se han puesto los chalecos salvavidas (y, cuando sea necesario, llevará equipo adicional) mientras que «Harry» se quedará a tu lado, echándote una mano con los gráficos, etc.
Todo el mundo debe ser consciente de su tarea
y centrarse en ella porque, cuando las personas canalizan sus energías hacia algo concreto, manejan mucho mejor tanto el estrés como el pánico. No olvide entregar a alguien su chaleco salvavidas antes de la salida para que éste pueda ajustarse a su talla y colocarse en un lugar de fácil acceso.
También es aconsejable escribir el procedimiento de llamada de emergencia y dejar una hoja de papel en la mesa de cartas con instrucciones específicas: Mayday, Mayday, Mayday ( para ser utilizado en caso de una situación de peligro inminente para la vida de los pasajeros) o Panpan, Panpan, Panpan (en caso de peligro de avería que no ponga en peligro la seguridad o la vida de los pasajeros a bordo), se trata de ( nombre de la embarcación y número de identificación), ¿me recibes? Posición ( latitud, longitud), descripción de la unidad (..), tipo de emergencia (…), número de pasajeros a bordo (…).
En cuanto a las maniobras, realizarlas solo puede ser lento y cansado pero, con la ayuda de ayudantes bien organizados y capaces, todo será más rápido y seguro.
También en este caso, el principio de organización es esencial. Todo el mundo debe estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Así que confíe a cada miembro de su tripulación una tarea específica. De este modo, uno de sus hombres se ocupará de las operaciones de amarre, tomando cabos de amarre y preparándolos en las bitas antes de lanzarlos; otro colocará las defensas en el momento oportuno mientras que el relevista de cabos (¡sí, lo sabemos, es la tarea más ingrata!) se ocupará de las operaciones de amarre de proa y, en caso de fondeo, puede que también se encargue del molinete. Las primeras veces pueden ser torpes, pero aprenderán y pronto podrás confiar en ellos.
Si viaja en un velero, las tareas cambian, pero la filosofía es la misma: un papel operativo para cada miembro de la tripulación. Sed buenos y pacientes profesores; ¡todos os lo agradecerán y estarán encantados de ayudaros!
Galera
Hay un último aspecto a tener en cuenta: la cocina. Si se prepara correctamente, con muchas exquisiteces para todos los gustos, es el orgullo del capitán. Si, por el contrario, es escaso o poco apetecible, puede convertirse en un auténtico drama para la tripulación, eclipsando cualquier paraíso terrenal que haga descubrir a sus compañeros de viaje. ¿Realmente queremos comparar un buen almuerzo a base de espaguetis con bottarga y un buen vaso de vino blanco fresco con otro a base de unas tortas de arroz y agua?
La primera regla es hacer una lista compartida por toda la tripulación; cada uno tendrá sus necesidades específicas y, en la medida de lo posible, ¡hay que asegurarse de que todas las necesidades puedan satisfacerse para evitar que el responsable de las compras reciba las quejas de los demás!
Lo segundo es tener en cuenta nuestro equipo de cocina: placa, ollas y su compatibilidad con los quemadores. Existen en el mercado varios juegos apilables con asas desmontables.
Las frutas y verduras frescas, si se dejan fuera del frigorífico y cerradas en armarios, madurarán pronto; por lo que es preferible dejarlos al aire libre o, si es posible, colocarlos en unas redes sujetas al techo. Preste atención a las manzanas, ya que aceleran el proceso de maduración de las demás frutas.
Por lo general, las bebidas se guardan en las sentinas; recuerde utilizar sentinas de fácil acceso y que las botellas de cristal (vino o cervezas) se rompen fácilmente al navegar con mar gruesa si no están debidamente protegidas.
En caso de tripulaciones numerosas, no dejes que una sola persona guarde la comida y las bebidas; de lo contrario, estará estresada todo el tiempo con preguntas como ésta: «Oye, ¿dónde has puesto la pasta?».
O todo el mundo echa una mano o puedes hacer un mapa de la disposición de los alimentos y añadirlo al del equipo de seguridad: ¡será como comprobar que la bombona de gas y su reserva están llenas!
Bueno, ¿estás listo para irte ya?
