Aprieto los aceleradores y alcanzo unos 25 nudos a poco más de 2.000 rpm. Ha empezado a llover y el mar está aún más agitado que antes pero, al abrigo del enorme parabrisas que, sólo en este barco es de manga completa, nos mantenemos calientes y secos. A esta velocidad, el Fiart P54 tiene una autonomía respetable de unas 400 millas náuticas, por lo que no hay necesidad de planificar nuestras rutas con la ansiedad de parar a repostar: una gran ventaja.
Acelero hasta los 28/30 nudos, una velocidad de crucero considerable, y para estresar aún más el barco, pongo la proa perpendicular a la dirección de las olas. Está claro que las olas se notan, pero nuestro barco tiene la capacidad de amortiguar cualquier tensión. En resumen, incluso en las lamentables condiciones actuales, podíamos navegar cómodamente, sin molestar a los invitados, con absoluta seguridad.
Tiro de los aceleradores y alcanzo fácilmente los 34 nudos, entonces, sin aminorar la marcha, giro a la izquierda. El barco reacciona sin vacilar, se inclina un poco y sigue eliminando los efectos de esta mar corta y empinada, nada mal. Un yate como éste te hace querer ir de crucero…
Datos de la prueba
RPM
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Velocidad en nudos
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Consumo total en l/h
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L/nm
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Autonomía en kilómetros
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600
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3.8
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6
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1.5
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1,933
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1000
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8.9
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33
|
3.8
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773
|
1200
|
10.7
|
63
|
5.9
|
491
|
1400
|
12.5
|
92
|
7.3
|
395
|
1600
|
16.4
|
116
|
7.1
|
410
|
1800
|
20.0
|
147
|
7.4
|
395
|
2000
|
23.7
|
175
|
7.4
|
393
|
2200
|
27.2
|
213
|
7.8
|
370
|
2400
|
32.4
|
264
|
8.1
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356
|
2450
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34.6
|
284
|
8.2
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353
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Condiciones de la prueba: mar gruesa, viento de 14 nudos, 5 personas a bordo, agua 50%, combustible 75%.
La Fiart P54 en detalle
Definir el Fiart P54 como «elegante» e innovador sería quedarse corto. Este yate es una auténtica destilación de innovaciones estilísticas que no se limitan a la estética sino que, y esto no hay que darlo por sentado, todas tienen una finalidad precisa. Basta con mirar el barco para darse cuenta de ello: una proa ancha que se estrecha hasta hacerse muy fina a nivel del agua, una popa invertida, un perfil de escora desequilibrado y un parabrisas de manga completa con acceso directo a la proa. Estos elementos, combinados con un plano de cubierta sencillamente impresionante, perfilan los contornos de un yate dedicado al confort y a la vida veraniega al aire libre.
Cuatro zonas utilizables en cubierta, cuyos límites no existen, crean la sensación de estar en la terraza de una espléndida villa con vistas al mar. En popa hay una zona dedicada a tomar el sol y relajarse que, en continuidad, desemboca en la dinette exterior, perfectamente equipada para acoger grandes cócteles nocturnos. Más adelante se encuentra la zona de navegación, muy espaciosa, que permite a 4/5 personas participar de la emoción del crucero.