PRESTIGE M8: Camillo Garroni no innova sino que, literalmente, reinventa el catamarán a motor.
El lanzamiento del nuevo Prestige M8 rompe por fin el molde de un mercado exageradamente acostumbrado a considerar los catamaranes a motor como sustitutos (sin mástiles) de un velero multicasco. En este contexto, Camillo Garroni no sólo innova, sino que reinventa literalmente el catamarán a motor, dándole por fin una connotación propia y específica, hecha de forma y fondo, creando efectivamente un nuevo segmento de mercado que antes sencillamente no existía.
PRESTIGE M8 es una embarcación de vanguardia que, en 20 metros, consigue ofrecer espacios, funciones y configuraciones propios sólo de los grandes superyates a motor. Una novedad que no podíamos dejar de analizar en detalle.
La nueva PRESTIGE M8 en detalle
Es difícil no quedar inmediatamente cautivado por el nuevo PRESTIGE M8 que, a pesar de su considerable tamaño, hace alarde de una línea ligera sinuosa y cautivadora, a años luz del diseño achaparrado y cúbico al que el mercado de los multicascos nos había acostumbrado en los últimos años.
La mano magistral de Camillo Garroni modela hábilmente las superficies cóncavas y convexas de este catamarán que, realzados por contrastes cromáticos, por un lado celebran la belleza de estas líneas, pero por otro logran vestir el nuevo PRESTIGE M8 con un diseño único que ciertamente está destinado a no envejecer con el tiempo.
Pero el diseño de este catamarán no sólo impresiona a primera vista, va mucho más allá, impregnando el alma misma de este barco , que logra admirablemente sintetizar forma y función en un cóctel perfecto, capaz de eliminar cualquier barrera entre el mar y la nave misma.
Un ejemplo muy claro de esto es la cubierta principal, que, gracias a un inteligente uso de ventanas y superficies reflectantes, extiende sus límites mucho más allá del límite físico de sus, aunque enormes, dimensiones, extendiéndose para conquistar los espacios exteriores de una manera que es casi imperceptible para los sentidos. Así, los espacios van desde un inmenso salón, que recuerda mucho al estilo de una villa frente al mar de Miami, hasta esta enorme terraza que ofrece un contacto sin igual con el entorno.
Desde aquí descendemos a la zona de playa en popa, donde una plataforma móvil de más de cuatro metros, hecha especialmente para este barco, cobra vida y se convierte en un precioso descenso al mar o, queriendo soñar hasta el final, permite cenar al borde del agua cuando está totalmente extendida.