Selva T 230 VIB ed ePropulsion eLite: comienza la prueba.
No es de extrañar que una embarcación auxiliar y un motor fueraborda sean dos accesorios indispensables. Compañeros inseparables de nuestros cruceros de verano, nos permiten desembarcar, ir a la playa y nos acompañan en todas las excursiones a las que no puede llevarnos nuestro barco.
La evolución de la navegación en los últimos años ha traído consigo una serie de mejoras que han hecho que el uso de estas herramientas esenciales sea mucho más sencillo y ligero. Por un lado, las embarcaciones auxiliares se han hecho más grandes, más ligeras y han adquirido cascos hinchables en V, mientras que los fuerabordas se han hecho eléctricos y realmente ligeros.
Precisamente por eso hemos decidido probar una combinación que creemos que representa el mejor compromiso posible para que todas las embarcaciones, desde las más pequeñas hasta las de 15/16 metros, disfruten de las vacaciones con el mínimo esfuerzo y la máxima facilidad de uso.
Hablamos del Selva T 230 VIB y del flamante ePropulsion eLite, los dos accesorios marinos que acabamos de cargar en el Daydreamer, nuestro famoso barco-laboratorio, para someterlos a nuestras habituales pruebas extremas. Lo que sigue es el primer análisis de los dos productos, desde la recepción hasta el desembalaje y las pruebas iniciales.
Selva T 230 VIB: la licitación definitiva
Con 2,32 metros de eslora y 18 kg de peso, la Selva T 230 VIB representa hoy el mejor compromiso entre habitabilidad, estabilidad y peso. Equipado con un casco hinchable de alta presión en V, es un auxiliar que no ocupa demasiado espacio a bordo y es muy fácil de manejar.
La Selva T 230 VIB llegó en una caja bien embalada que, una vez abierta, contenía lo siguiente: el ténder enrollado (protegido por una película interior), su bolsa de almacenamiento, dos remos desmontables, el banco central de madera, el inflador, un manómetro y un kit de reparación. Un kit inicial realmente completo, al que, sinceramente, no sabría qué añadir.
Hinchamos el tender en unos 10 minutos, utilizando únicamente la bomba de pie suministrada, llevando los tubos a la presión de funcionamiento y el casco de alta presión a algo menos de un bar de presión. La bancada central debe introducirse en sus ranuras cuando el ténder esté aún medio inflado; una vez que alcanza la presión de funcionamiento, se solidifica con todo, proporcionando una excelente rigidez general. Personalmente, nunca elegiría un tender sin banco, ya que remar así es realmente sencillo y seguro.
Los remos se montan fácilmente con un mecanismo de encaje a presión, se insertan en los oarlocks con un pasador específico que luego se fija con una tuerca roscada, se cubren con plástico ergonómico y se atan a la barca hinchable con una pequeña cuerda específica. El suelo de alta presión está equipado con cómodas correas de sujeción, que te serán útiles para fijar el ancla, un depósito opcional u otras bolsas y equipos a bordo.